31/5/07

La esquina


Qué mucho puede doler una esquina,
si allí se erige
el apesadumbrado edificio
donde hombres y mujeres cabizbajos y en silencio
hablan con alguien horriblemente muerto
para expiar las culpas
del secreto y viejo pederasta,
la maldecidora profesional de la cuadra,
el niño o la niña que robó los frutos
del árbol de guayaba del vecino.

Qué mucho puede doler,
si en esa esquina medieval del barrio
un hombre mira,
con tristeza anónima,
cómo el largo tul de una novia
se deja tragar por el epifánico
sacramento del matrimonio;
cómo su cuerpo se adapta
a la blancura cínica del vestido,
ese cuerpo que ayer nomás
-¡ayer nomás!-
había visto desnudo el hombre que mira,
mientras la hoy novia le había dicho
en un oscuro cuarto de hotel,
bañada en lágrimas
que el hombre que mira jura que parecían reales:
“No lo voy a hacer, mi amor.No lo voy a hacer”.

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho este poema

    Su ritmo, su sentido, su reflexión,la composición en sí me llega mucho, la estética ..

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. no me gusto lo de Julieta Venegas
    y eso que te quiero con limón y sal, eh?
    hoy estoy simpatiquisima

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