14/11/11

Marina Tsvetáieva homenajeada en Argentina

Hace 5 años, aquí mismo, conté cómo había llegado a conocer la poesía de Marina Tsvetáieva: gracias a la conjunción (de un espejo y de una enciclopedia, diría Borges, pero no) de una novela de Paul Auster, La invención de la soledad, y de una apasionada carta escrita por ella al poeta checo Rainer María Rilke. Este año se cumplieron setenta de la muerte de esta mujer, quien, junto a Ana Ajmátova, conforma lo más valiente y denso de la poesía femenina rusa del siglo pasado.

En Argentina, la semana entrante tendrá lugar la “Semana Tsvetáieva en la Biblioteca Nacional 2011”, un homenaje a la poeta desde la historia y la literatura, con conferencias, debates y hasta música. “Es una escritora que moviliza mucho, impresionantemente lúcida, que lleva todo hasta las últimas consecuencias. Está en los extremos del amor, de la escritura, de la vida. Ojalá que todo el mundo la conociera, porque es única”, dijo a la agencia Télam Sofía González Bonorino, coordinadora del evento.

Hace un lustro escribí: “Habría que acercarse a la poesía de una mujer que sobre la tierra había sido víctima de la sinrazón de la historia, y a quien, apenas arribada al cielo tras su muerte, la imagino blandir como una espada dos versos de un poema suyo, rebeldes y orgullosos como había sido ella misma en la tierra, a pesar de todo: ‘¡Dios, no juzgues! ¡Tú no has sido/ una mujer en la tierra!’”.

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